28/9/08

LA MANO

La mano es el órgano prensil del que se sirven los antropoides y comprende desde la muñeca e inclusive la punta de los dedos, desarrollado en las extremidades superiores. Gracias al dedo pulgar que se opone a los otros, el hombre convertido en homo faber, pudo evolucionar en la escala zoológica. La mano es mostradora de afecto, de afirmación, de negación, de ira; cerrada, empuñando los dedos, de perdón –con el pulgar hacia arriba- o de decisión de muerte –con el pulgar hacia abajo-.

En política se habla, metafóricamente, de las distintas clases de manos: mano blanda, mano dura, mano sucia, mano limpia, mano de advertencia, mano indecisa y mano temblorosa.

Se califica de mano blanda a la mano del poderoso, cuando éste por generosidad, por conmiseración, por fineza, por principios morales, por afecto, perdona faltas de sus subordinados; concede oportunidades a éstos de rectificación de conductas, se ciega ante análisis críticos y perdona… perdona… perdona.

Se le da el nombre de mano dura a la de aquel poderoso que por su carga de problemas, soberbia, carácter violento, irreflexivo, altanería, mediocridad, petulancia, o inmadurez, abre las puertas de su oculto infierno personal, para dar cauce a sus deshumanizadas decisiones que lo precipitan a la desaprobación popular.

Mano sucia es la mano de la corrupción que luce brillantes sortijas de contubernios entre el poder y la infamia, aparentando irreprochable conducta alabada por quienes usan como sahumerio las páginas de los periódicos y otros medios de comunicación, para rendir loas a quien con ello se siente favorecido y obligado a lanzarles a aquéllos la mísera inmundicia de haberes mal habidos en el ejercicio del poder.

Mano limpia es la aguja en el pajar. Es la esperanza del gobernado. Es la riqueza del gobernante que prefiere la vida con decoro, la comprometida honestidad, la permanente gratitud de sus mandantes y la plena satisfacción de una ejemplar conducta en el servicio público.

Mano de advertencia corresponde a quien sabe escuchar, sabe reflexionar antes de tomar la decisión de la que más tarde podría arrepentirse; mano de la mesura, mano de la equidad, mano de la prudencia.

Mano indecisa es la convertida en péndulo. Con ella se manifiesta debilidad en quien gobierna… temor… angustia… cobardía.

Mano temblorosa es aquella que en la firma revela duda… presentimientos negativos… contradicción… arrepentimiento.

Estar a mano es la paz.

El tema de la mano nos conduce, además de lo expresado, a otras reflexiones. Así tenemos:

· La mano del bebé que acaricia con ternura las mejillas de su progenitora.

· La mano del niño que toma la de su padre o la de su madre, como seguridad, cuando es conducido a la escuela por éstos o bien cuando salen en familia, de paseo.

· La mano instintiva del adolescente en sus felices ensoñaciones de perpetuación de la especie.

· La adorada mano del padre o de la madre haciendo devotamente la señal de la cruz en la frente del hijo a quien se recibe alegremente o se le despide con tristeza o esperanza.

· La mano del abuelo o de la abuela apoyada en el hombro del nieto o de la nieta con el cual o la cual acostumbra a narrar sus recuerdos y experiencias.

Siguiendo en nuestra lectura las descripciones que de la mano obtenemos de la enciclopedia libre Wikipedia podemos decir que las manos son las principales fuentes de informaciones táctiles que poseemos y es por ello que el sentido del tacto se asocia de inmediato con las manos. Al igual que los otros órganos pares (ojos, oídos, piernas), cada mano es controlada por el hemisferio del lado contrario del cuerpo. Siempre hay una dominante sobre la otra, la cual es la encargada de actividades tales como la escritura manual, de esta manera el individuo puede ser zurdo si la predominante es la mano izquierda (siniestra), o diestro si la que domina es la derecha (diestra); presentándose con ello un rasgo personal de cada individuo.

El uso primordial que damos a las manos es el de tomar y sostener objetos, derivándose de dicho uso muchos más gracias a la versatilidad de movimiento de que las manos son capaces, así como la precisión que puede alcanzarse en estos movimientos.

Señalemos ejemplos de algunos de estos usos, que agregamos a los antes mencionados:

· La mano y los dedos han sido los originales “utensilios”, para llevarnos los alimentos a la boca.
· La mano o las manos se utilizan en costumbres y saludos, como por ejemplo el conocido y afectuoso “apretón de manos”.
· Con la mano podemos gesticular advirtiendo que existen lenguajes de señas utilizados por sordomudos o personas con problemas sólo auditivos. Algunos gestos pueden manifestar obscenidades o encono, de la misma forma que ocurre con el lenguaje verbal, y un ejemplo de estos gestos es el puño con el dedo corazón extendido, o con el índice y meñique extendidos.

· La realidad y la historia nos dan constancia de manos ingratas, manos desleales, manos traidoras, manos ladronas y manos asesinas.
· La mano también ha servido como instrumento de medida. Una mano extendida es un palmo,
* aunque su longitud sea variable según la persona.
· Los invidentes suelen utilizar sus manos como instrumento de lectura por medio de la escritura en Braille.
· Una mano cerrada es un puño y puede servir como amenaza o para golpear. Una mano cerrada con el dedo índice extendido sirve para señalar o tocar algo.
· Igualmente la mano sirve para sujetar un lápiz u otro instrumento similar para escribir o dibujar.
· La mano ha dado origen a la regla de la mano derecha, que es un convenio práctico empleado en Física y Mecánica.
· Las manos se utilizan en la oratoria para acompañar a la voz, con efectos histriónicos.
· Las manos, dadas su versatilidad, se usan para interpretar manifestaciones musicales, gratitud, lealtad, amor, compromiso y honradez.
· Por último, la mano conyugal suele utilizarse en las intimidades nocturnas, no sólo para la caricia sino también para lijar la espalda del consorte o la consorte en la desesperación de “comezones alternativas”.