27/5/09

CADÁVERES

CADÁVERES QUE SERÁN MADRES

Los avances tecnológicos y científicos están rebasando los linderos de la moral.

A los hombres de ciencia, afanados en la búsqueda de nuevos descubrimientos les tiene sin cuidado la opinión moral de quienes han sacralizado elementos importantes de la dignidad humana como lo son el respeto a nuestros muertos, la veneración de nuestros padres y el futuro de los hijos.

En Londres, la polémica es abierta entre tradicionalistas y modernizadores, entre conservadores y liberales, entre creyentes y ateos, respecto a la posibilidad de utilizar tejidos ováricos de mujeres recién fallecidas para ser fecundados en transplantes técnicamente preparados a fin de dar vida a un nuevo ser.

Hoy, pese a las protestas de los modernizadores, el organismo británico que regula los tratamientos de fertilidad humana ha prohibido para tal fin, el uso de tejido ovárico extraído de fetos y cadáveres. La preocupación fundamental de la autoridad de Fertilización Humana y Embriología se concentra en la seguridad de los métodos, que no se ha desarrollado por completo y en las consecuencias psicológicas que puedan afectar a los niños que nazcan mediante ese procedimiento el día en que se enteren que su madre genética es un cadáver. Colin Campbell, director de la referida entidad ha dicho: “Se llegó a la conclusión de que para tratar la infertilidad sería mejor aceptar solamente tejidos de donantes vivos” y agregó: “Es ahora que comenzamos a entender las necesidades y problemas potenciales de los niños que nacen como resultado de nuevas técnicas. El uso de tejido ovárico fetal no es aceptable en el tratamiento, pues no podemos prever los problemas que podrían presentarse”

En Escocia, los investigadores de la Universidad de Edimburgo han demostrado que óvulos de fetos de ratones podrían ser fertilizados y posteriormente trasplantados a ratas esterilizadas para su procreación.

Así, pues, lo que se proyectó en un comienzo para pruebas entre roedores se pretende llevarlo a cabo entre humanos, lo que ha provocado la organización de debates públicos y consultas, allá, en Londres, por un periodo de 6 meses sobre la legalidad del procedimiento.

De triunfar los modernizadores, muy pronto habrá cadáveres que serán madres.