¡Cámara! Que se hace visible la Tira y que me apañan: La neta de que con el Cadáver me aventé algunos tiros, pero yo no lo maté. El pertenecía a la banda Spray. Era su machín. La última vez que nos bronqueamos fue en una tocada. ¡Todo por una ruca! Después no lo volví a vidriar. Era un chavo muy chido, muy buena onda, verbeaba que daba gusto; en las roqueadas era el más ganchudo.
Que lo picaron me dicen. Que su banda le hizo un paro a Los Panchitos en territorio de Los Maos y que allí piró. ¿Cómo quiere que yo firme una cantada cargándome así nomás de gorra la muerte del Cadáver si yo no lo enfrié? ¡Nel! Tampoco soy chiva, no se balconee. Cierto que dearina le damos al activo a la cementada, pero eso sí, no matamos a nadie. Y menos al Cadáver.
Si, lo sé, lo sé, soy bien chemo, bien drogo, bien pasta, pero no asesino. Jamás he enfriado a nadie. Si me forjo un toque es para viajar. ¿Asesino?... ¡Nel!
Ustedes se amachinan en que yo afloje, pero la neta: no tengo nada, nada que ver en esa mancha. Ya párenle. La bacatiza que me han acomodado ha sido pareja: de a tehuacanazos limpios; de a mazapanes macizos; de a barquillo mermelada; pero nel, la están regando.
¡Ah! ¿Qué quieren? ¿Qué yo me convierta en cabra? ¡Pues nel! Prefiero seguir el rumbo del Cadáver. ¡Ya chale! Ya me han achicalado de a buti. ¿Cómo quieren que después al vidriarlos no le arda a uno el rencor? Les hablo al chile: la cana no me apantalla. Sí, es cierto.
Mi chante se encuentra en ese territorio donde fue la redada. Allí cotorreamos. Allí todos somos carnales. Pero dénse cuerda, la mayoría camelleamos con las franelas en los cruceros. ¿Qué otro chance tenemos? Discútanse. El cadáver muerto está. Apañen al culpable
¿Qué transa con nosotros?