7/1/09

¡TÁNTO SOÑAR DESPIERTO!

A Guillermo Narváez Osorio

Vacía ya de forma la escritura
disuelta va cantando con el viento.
Reposa en el recuerdo su figura
que deshoja el otoño en sentimiento.

¡Qué crueldad del silencio!, a paso lento
desaparece islotes y llanura.
Ilumina un instante el pensamiento
de un borrador de antigua partitura.

Y se va, en un adiós, mi desencanto,
en la perdida sombra en lejanía
sacrílega en su eterno camposanto.

¡Tánto soñar despierto con la usura
de miserable vida que en su hartura
devora hasta los frutos de su llanto!